ROBO DE CELULARES: SIN LUZ AL FINAL DEL TUNEL.

19.06.2013 10:43

 

Por: Julio César Ospina Ch.

Jefe de Protección Corporativa de Comfandi.

 

 

Uno de los flagelos que más afectan las estadísticas de seguridad en nuestra ciudad y, en general, en nuestro país, es el robo de celulares.
Así lo demuestran las estadísticas que arrojan los diferentes estudios de los investigadores del tema y de la Asociación de Operadores Móviles de Colombia (Asomóvil). Las cifras son como para Replay, pues se estima que en Colombia se roban aproximadamente 1.500.000 aparatos al año, es decir, algo así como 180 cada hora. Para el caso de Cali, la cifra se estima en 150.000 unidades al año. Estas cifras que han mostrado una leve mejoría en los dos últimos años, dista mucho de lo que es el propósito para las autoridades.
Es tan preocupante la situación, que por robar estos elementos se ha cobrado la vida de ciudadanos de bien. Vale la pena recordar los casos que se han mostrado en las cadenas privadas de televisión nacionales, mediante los programas de investigación y denuncia, que nos dejan entre perplejos y aterrados frente al valor de la vida que le han puesto los delincuentes, que surten este mercado ilegal, en nuestras principales ciudades.
Sobre el particular se han tomado varias medidas, que van desde promulgación de normas más específicas y fuertes para esta categoría de robo y sus conexos, así como las campañas de sensibilización para desmotivar la compra de teléfonos móviles de dudosa procedencia.
Sobre lo primero, vale la pena mencionar la ley 1453 de 2011 y el decreto 1630 del mismo año, con las cuales, también se sanciona a quienes modifiquen o alteren celulares con el ánimo de revenderlos en el mercado nacional y obliga a los operadores a tener bases de datos de los aparatos legalmente vendidos y una lista negra para los celulares que han sido robados o extraviados, para que no puedan ser activados.
El delito y, por ende, los esfuerzos de las autoridades policiales también han trascendido las fronteras; es así como se han logrados acuerdos de cooperación con países como Chile, Ecuador, Argentina, Uruguay, México, Perú y España, entre otras naciones; y con autoridades internacionales, como Scotland Yard, Interpol, Ameripol y el FBI.
Frente a este panorama, creo que los ciudadanos de bien podemos aportar nuestro granito de arena: lo primero es no patrocinar, mediante la compra, esta actividad; lo segundo es denunciar, pues con ello se puede dimensionar más exactamente la gravedad del problema y su ubicación, para la debida actuación de las autoridades; y lo tercero, es actuar con precaución al utilizar nuestros celulares, pues la mejor medida de seguridad es la prevención.
Sólo con el esfuerzo de todos, podremos frenar y revertir esta tendencia, pues por el momento las cifras son desalentadores y de una magnitud colosal. Esperemos que pronto podamos empezar a ver la luz al final del túnel.