LOS JUEGOS, EL CIVISMO Y LA SEGURIDAD
08.08.2013 21:14
LOS JUEGOS, EL CIVISMO Y LA SEGURIDAD
Por: Julio César Ospina Ch.
Jefe Departamento Protección Corporativa de Comfandi.
Acaban de terminar los Juegos Mundiales, en su novena versión, con un balance altamente positivo, no sólo desde el punto de vista deportivo, sino, también, desde el punto de vista del civismo que volvió renacer en la ciudad y del incuestionable balance desde la óptica de la seguridad.
Y es que desde el año 71, cuando se celebraron los Juegos Panamericanos en nuestra ciudad, no se respiraba tanta euforia y caleñidad. Tuvieron que pasar algo más de 40 años para que el optimismo se viera desbordado por todos lados: en los escenarios deportivos, en los lugares aledaños a las competencias, en los centros comerciales, en fin, la ciudad tuvo una transformación física y emocional de marca mayor.
Tratando de identificar las causas de semejante cambio, se puede caer en un sin número de teorías, pero yo me atrevería a resaltar dos aspectos:
El primero tiene que ver con el liderazgo y el empuje de la actual administración municipal, que ha vuelto a dignificar la función pública, anteponiendo los intereses generales por encima de los intereses políticos y personales. Para atender el enorme reto de la organización de los Juegos Mundiales, su línea se mantuvo y la nómina escogida brilló con los resultados que tenemos después de terminado el evento.
Pero además de lo anterior, además de la excelente organización, creo que hay un factor diferenciador y es la inclusión. Ese fue otro objetivo de los Juegos: lograr la inclusión de todos los sectores socio económicos para que pudiéramos asistir a divertirnos y a aprender de nuevos disciplinas deportivas, tan extrañas y exóticas como el sumo, que fue el primer deporte en agotar la boletería. Y aquí está el tema de la inclusión, pues el precio de la boletería permitió que los Caleños de todos los estratos, se sintieran parte del magno evento. La inclusión permitió que todos nos sintiéramos dueños de casa y anfitriones y, como tal, no íbamos a permitir que algo fuera a salir mal. La inclusión hizo que los ciudadanos de bien, que somos la mayoría, nos posicionáramos de los sitios de interés y desplazáramos a los delincuentes y a los violentos. La inclusión hizo que la protesta generalizada y divulgada por las redes sociales, contra quienes intentaron ignorarnos, tuviera resultados inmediatos; o si no que lo digan el Presidente Santos y los canales privados de televisión, que tuvieron que recomponer el rumbo a marchas forzadas y terminaron visitando y transmitiendo sus noticieros, en directo, desde los sitios más emblemáticos de nuestra ciudad.
Lo segundo, tiene que ver con el excelente dispositivo de seguridad, que manejó de manera eficiente y efectiva los recursos propios y adicionales que fueron facilitados por los organismos de policía de otros municipios. El mencionado dispositivo, transmitió esa sensación de seguridad necesaria para el control de aglomeraciones multitudinarias en escenarios abiertos y cerrados. Todo el despliegue humano y tecnológico, y los resultados obtenidos, fueron de mayúsculo reconocimiento por propios y extraños. De estos últimos se destaca la exaltación que hiciera la Delegación de la Autoridad Pública Olímpica de Brasil, que no ahorraron calificativos de elogio para nuestra Policía, y manifestaron que se llevaban muchas enseñanzas para implementarlas en las Olimpiadas de Río de Janeiro del 2016. Además, quedó demostrado que la seguridad es una inversión rentable, pues ya hay cinco solicitudes de presidentes de confederaciones de diferentes deportes, para que Cali sea la sede de sus respectivas competiciones mundiales.
Felicitaciones al Alcalde, Rodrigo Guerrero; al Presidente del Comité Organizador, Rodrigo Otoya; a la Gerente del Comité Organizador, Susana Correa; al Comité Olímpico Colombiano y al Comandante de la Mecal, General Castañeda, y a sus respectivos equipos de trabajo, por éxito alcanzado. Pero también, de manera especial, felicitaciones para todos los Caleños que se hicieron sentir con su civismo, y marcaron la diferencia y un nuevo hito en nuestra historia deportiva.